Por: Iván Jiménez

Tener una empresa pequeña es un reto. Desde conseguir a la gente adecuada que te represente con los clientes, pasando por encontrar políticas de pago a proveedores dignas y navegando por el multiverso de retos y logros, además de derrotas.

Tener una empresa pequeña con enfoque ágil es un reto aún mayor. Trabajar basado en principios y valores, ofrecer valor y establecer una cultura de co-creación, avances y aprendizaje es extremadamente complejo.

Por ello, respeto mucho a las organizaciones que están en una misión de agilizar su ADN, con experiencia propia en casa y hacia con mis clientes entiendo los grandes obstáculos, terrenos desconocidos y caminos que esto tiene. Por supuesto, gran parte de esta complejidad está basada en la criatura más cambiante del mundo: el ser humano.

Bajo reflexiones profundas sobre los ingredientes clave que pueden ayudar a ser un mejor jugador de equipo, encontré uno que a mi parecer es uno de los más difíciles de mantener y que ahora me he obsesionado con ello: la consistencia.

Bueno, no es que seamos hot cakes y necesitemos estar consistentes (aunque si esponjositos) sino que considero que, en estos tiempos de VUCA shakeado, necesitamos mantener lo más que podamos una continuidad de lo que nos funciona y lo que los demás saben que funciona (y lo esperan así).

Pongo ejemplos (con delicadas notas de catarsis):

  1. Usuario siempre ha ingresado las solicitudes de pago a tiempo. Durante meses. Y de repente, lo deja de hacer.
  2. Colaborador tiene la práctica de invitarte a tiempo a las reuniones semanales. Durante meses. Y, de repente, ya no lo hace.
  3. Proveedor te comparte el update de sus productos mensualmente. Y, de repente… sí, ya viste el patrón: lo deja de hacer

Soy consciente de que pueden existir mil y un razones del por qué deja de pasar: olvido, mucho trabajo, otras cosas más importantes y urgentes, estar enamorado… pero me intriga esta natural y a veces ingobernable condición humana.

Y no, no es que yo sea la disciplina andando. He fallado mucho en esta parte. Pero creo que es importante trabajar en esto para que podamos tener la estabilidad necesaria al menos en las actividades que dependan casi o enteramente de nosotros.

¿Qué me dirías si te dijera que tenemos la misión de establecer una dinámica de “Consistency management”? Seguramente pensarías que es otra colección de prácticas modernas para hacer más difícil el trabajo de las personas que verdaderamente trabajan (e.g. Ingenieros de Software). Pero no. Creo que es simplemente algo tan natural como puede ser preparar tu lista de pendientes del día o asegurarte qué necesitas realmente comprar la próxima ocasión que hagas el súper. Buscar hacerlo primero para ti, después compartirlo con tu equipo y, si te mueve hasta el tuétano, evangelizar con esta dinámica.

El ejemplo: sé que a las 6.00 p.m. del martes, debo mandar el listado de oportunidades/prospectos que tengo en la mira.

Sé que debo manejar el formato estándar (al menos definido por mi)

Sé que debo enviarlo por correo (y notificarle por whats a la persona receptora para que valide que lo tiene)

Sé que con esta información, otra persona puede operar y hacer su trabajo.

¿Qué vemos aquí? Una secuencia, generación de valor, dependencias. Pero, cada uno de ellos necesita la base simple de consistencia.

Si lo hago todas las semanas, impecable, sin fallos, y de repente son las 6.00 p.m. del martes y no te mandé la información… por supuesto que vas a tomar el móvil y buscarme para ver qué fue lo que pasó. Y debería darte una muy buena excusa para no haberlo logrado, tal como:

  • Tuve un tema personal
  • Me buscaron los jefazos para un tema crítico

Cualquier otra cosa como “se me olvidó”, “no tuve acceso a mi correo” o “mi Excel anda fallando” no es más que falta de consistencia. Y afecta la confianza. Y afecta la estabilidad. Y vamos a pararle con el efecto dominó.

Pero claro que esto conlleva un nivel bastante avanzado de disciplina, balance de trabajo-vida, gestión del tiempo y comunicación efectiva. Aunque considero que son ingredientes que pueden encontrarse en nuestro planeta en abundancia.

Entonces, la pregunta clave es, ¿qué te hace falta para lograr la consistencia en tus comportamientos/actos hacia las personas que lo esperan?