Por: Iván Jiménez

En este 2021 que inicia tan extraño por las repercusiones y aún impacto de la pandemia, las empresas y equipos de trabajo luchamos por mantenernos a flote y vigentes.

Trabajar desde casa llegó para quedarse. Y en este sentido, me permitió encontrar tiempos y momentos para por fin mirar la famosa serie en Netflix “Cobra Kai” en la cual encontré algunas interesantes lecciones relacionadas con la agilidad.

Spoiler alert: si no has visto la serie, te recomiendo mires las tres temporadas ya disponibles.

Por ello aquí les comparto los aprendizajes que he encontrado en esta, invitándote a reflexionar en ellos:

  1. Sé tolerante al fallo

El personaje más importante que desde el inicio y en la actualidad se mantiene con esta relevancia es Johnny Lawrence, aquel combatiente que fue derrotado por Daniel LaRusso en “Karate Kid” en 1984.

Nos encontramos con un adulto Johnny derrotado, cuya vida entró en un ciclo decadente después de aquel hecho. No pudo simplemente superar haber quedado eliminado, estando tan cerca de lograr la meta. ¿Les suena familiar?

¡Qué complicado es recuperarse del fallo, del error, del fracaso! Pero podemos hacerlo, a veces recuperando la inspiración o reencontrando nuestro propósito a través de ayudar a alguien, de ser su apoyo, su amigo o su mentor, así como Johnny lo hizo al encontrar a su primer alumno de Karate “sin querer” hecho el cual le permitió enderezar un poco su vida y darle de nuevo un sentido.

2. La disciplina no implica ser un hijo de p#&!

Sí, es una realidad que la agilidad implica disciplina. Sin ella, no comienza bien o rápidamente falla (¡Y qué fácil es culpar al método, e.g. “Scrum no sirve”!).

Pero lo importante de la disciplina es mantener claro el ¿por qué y cómo?. Veamos aquí el hecho de los choques de perspectivas de Daniel hacia la disciplina “defensiva” y la de Johnny hacia la disciplina “ofensiva”. Y cuando regresa John Kreese (el viejo maestro de Johnny) a Cobra Kai, nos enseña la perspectiva “destructiva” que implica simplemente ser el mejor sin importar a quién debas pisotear para lograrlo.

Tres enfoques, tres maneras de ver a la disciplina del Karate. Los estrategas de guerra nos han enseñado que es importante mantenerse en una postura de acciones inteligentes que efectivamente implican pasar del modo defensivo al ofensivo cuando sea necesario.

Y es que en la agilidad el desempeño, productividad, orientación a objetivos y trabajo en equipo es en muchos casos la diferencia que hace que un equipo ágil realmente logre la auto-gestión y la condición de imprescindible a un equipo que simplemente hace agilidad sin tener realmente claro por qué. Y no digamos de aquellos Scrum Monsters que piensan que tratar mal a las personas hacia romperlas les ayuda a salir adelante y los pone en un estado de líder exigente.

No me malinterpretes, por supuesto que se debe exigir al equipo y se deben establecer objetivos a alcanzar, pero la guía del líder debe ser enfocada en que las personas encuentren las respuestas, cuidando del camino que están recorriendo para que logren avanzar y aprender.

3. Prueba y error, el alimento de campeones

En esta serie vemos varios experimentos, algunos salen bien (formar al primer equipo moderno de Cobra Kai) mientras que otros salen mal (permitir a Kreese que sea Sensei junto con Johnny). Pero todo conlleva un aprendizaje.

La cultura de experimentación es algo maravilloso, y aunque no podamos verlo así, todo lo que se hace en las organizaciones humanas son experimentos. Realmente todo. Lo malo es mantener la tendencia de castigar el fallo, asumiendo que quien lo penaliza jamás se ha equivocado.

4. Sé humilde. Regresa a tus orígenes.

Cuando Daniel se siente abrumado por lo mal que le está yendo a su Dojo y su concesionaria, decide hacer un viaje a Japón para buscar remediar las cosas.

Allá tiene varios encuentros fortuitos que lo ayudan a entender algunas cosas que estaba perdiendo de vista o que necesitaba recordar. Algunas otras conocer.

En el camino de la agilidad, es común sentirnos abrumados, perdidos, ansiosos, débiles. Y creo debemos estar agradecidos con cada uno de estos sentimientos que normalmente van acompañados de aprendizajes.

Es muy necesario, a veces, orillar el vehículo en la carretera, tomar un poco de aire fresco, revisar la ruta para ver hacia dónde vas y, si te queda de paso, visitar a un viejo amigo.

Mantén siempre el orgullo bajo y la humildad alta. Es enorme la cantidad de aprendizaje que podemos encontrar si estamos receptivos a ello.

5. Encuentra y reencuentra tu Ikigai

Johnny encontró que puede ser un Sensei y Daniel se reencontró al revivir sus bases de Karate.

En el continuo que todos recorremos, puede pasar que entremos en un modo automático que nos haga perder los colores diversos en el plumaje de agilistas que tenemos en la espalda. Nos dejamos culturizar, dejamos de innovar, simplemente nos pasa el efecto Frasco de Pepinillo (todo lo que pones en un frasco con pepinillos va a saber a pepinillo).

No podemos conformarnos con lo que sabemos. El alma de agilista debe continuamente buscar retos, levantar el vuelo alto y recorrer todos los escenarios que decida conquistar.

El propósito, eso que nos hace sentir vivos, no se limita a simplemente estar logrando objetivos, sino disfrutando y agradeciendo cada lección buena y mala en el camino. La vida es deliciosa, debemos disfrutar cada bocadito.

¿Tienes alguna otra lección inspirada en esta serie que quieras compartir?

Finalmente, mi adaptación del famoso mantra de Cobra Kai enfocado a agilidad:

QUALITY FIRST

DISCIPLINE HARD

NO SELFISHNESS