Por: Iván Jiménez

Vivimos en una era de la transformación. Las organizaciones, típicamente de tamaño mediano a grande, están buscando transformar sus procesos, prácticas y cultura en general.

Esta es una tarea que requiere dedicación, paciencia y perseverancia. Además de intensas notas de humildad. Y es que no existe un camino único probado que facilite la transformación, solo hay una serie de guías y enfoques que nos pueden orientar hacia la misión a largo plazo llamada transformación.

Existen empresas en nuestro país que asumieron responsablemente este compromiso y que llevan varios años (si, no semanas, no meses, sino años) en el camino de la transformación y aún les hace falta un largo camino hacia este objetivo.

Una transformación en una organización no es un proyecto más, algo que se deba anotar en el libro de los proyectos 2020 y hacerlo cuando consideremos que tenemos las ganas de hacerlo. Es una estrategia fundamental para lograr que la organización evolucione a una entidad que no sucumba ante la híper-competitividad de nuestra era.

Considero que los elementos importantes para preparar (y recorrer) el camino de la transformación son los siguientes:

Uno: entender el ¿para qué? queremos transformarnos

Se debe identificar, de manera transparente, el estado actual de la organización (si, hacer el famoso FODA sirve) de tal forma que tengamos una instantánea que sirva como punto de partida hacia lo que deseamos transformar (evidentemente no podemos transformarlo todo, pero debemos partir de algo, “encapsularlo” y empezar a trabajar desde ya).

Dos: conseguirse a un aliado para la transformación

Es importante contar con el apoyo de un experto en transformación (¿ya les dije que nosotros le sabemos a esto?) que valide la instantánea de la organización y prepare el terreno para la transformación.

Esta entidad neutral y externa debe crear el ecosistema apropiado para la transición: personas, procesos, herramientas… todo apuntando hacia el objetivo máximo que es la CULTURA (si, sabemos que la cultura cambia al final, pero hay que empezar a enamorarla con notas transformacionales en el oído, para que sepa que no la vamos a lastimar, sino que la queremos dotar de sabiduría y elementos para que se mantenga fuerte durante mucho tiempo).

Será muy importante que este aliado forme, al interior, a un grupo de agentes de cambio internos que se encarguen de acompañar la labor de la transformación con apoyo de los consultores externos, y que tomen completamente el timón del barco de la transformación una vez que Banana.. .ejem… los consultores hayan terminado su participación.

Y esto me lleva a la recomendación tres (que es demasiado importante, por eso las mayúsculas)

TRES: DEDICAR AGENTES DE CAMBIO INTERNOS A LA TRANSFORMACIÓN

Existen organizaciones que piensan que las personas que están en una transformación (organizacional/ágil/digital/todas las anteriores) deben dedicar tiempo a esto en sus tiempos libres… lo cual es un grave error.

Si verdaderamente la empresa va a invertir en esto, que haga una inversión BIEN o que no haga nada. Esto es, debe asignar de manera dedicada a un grupo de personas al interior (con las habilidades y el mindset necesario) que sean los encargados de llevar a cabo la transformación de punta a punta. Y no, repito, esta no es una labor de “voluntariado”, es un trabajo de tiempo completo.

Los agentes de cambio deben de estar equipados con un mindset no solo de temas de procesos, herramientas, agilidad, sino de lo que implica transformar a una organización (¿ya conoces IC-CAT?)

Letras chiquitas: si no dedican personas al 100% a la transformación, esta va a fallar miserablemente. SE LOS ASEGURO.

Cuatro: genera opciones de cambio, ejecuta experimentos, aprende e itera

De verdad que no hay un camino único y correcto para la transformación. La línea base la vas a crear a prueba y error… la fase 2 la vas a crear a prueba y error, la vas a estar madurando… ¿cómo crees? efectivamente, a prueba y error.

Por ello debe de haber paciencia y tolerancia a cada una de las lecciones buenas y malas en el camino a la transformación, y saber que cada paso te va a permitir tomar decisiones que te van a llevar a un aprendizaje… y, por favor, no sea envidioso con las lecciones: ¡ compártelas al mundo! ya sea en tu blog, en twitter, en Agentes de Cambio en México, ¡pero comparte!.

Cinco: cuéntale a la organización lo que estás haciendo

Es tu obligación luchar contra los territorios organizacionales, por ello, cuéntale al mundo de la organización lo que estás haciendo a nivel de transformación.

Así generarás conciencia, alineación, amigos y enemigos, pero sobre todo: la cultura volteará a verte para ver atentamente cada uno de los pasos que des.

No temas compartir lo bueno y malo que ha pasado, finalmente estás en un camino bastante complicado, pero no debes sentirte solo en esto. Compartir los avances y experiencias hará que seguramente aparezcan algunos seguidores de tu movimiento que te compartan tips, lecciones del pasado, trucos y uno que otro comentario amargo (¿Quien dijo que la transformación no duele?).

Ojalá te haya dado algunas ideas para que apliques en tu camino de agente de cambio. Si quieres conocer algo más al respecto, te dejo algunas ligas de interés:

Lean Change

IC Agile