Por: Omar Rodríguez

El Mago de Oz, fue una de las primeras historias que llamaron poderosamente mi atención hace muchos años. La conocí de mano con una animación que se trasmitía por televisión, en ella una serie de variopintos personajes, cada uno movido por sus carencias específicas, se encuentran en la necesidad de “andar por el camino de las baldosas amarillas” para llegar a la Ciudad Esmeralda, donde se encuentra un gran mago, que le da título al libro.

Este gran mago tiene la fama de cumplir los deseos de las personas. No se sabe demasiado de él, ni siquiera cómo luce, lo único que se sabe es que está al final del camino amarillo.

Después de sortear muchos problemas logran llegar a la ciudad esmeralda y se presentaron con el famoso mago.

Hasta este punto, la historia se desarrollaba de forma típica. El giro aparece cuando el famoso mago es sólo famoso, y no cuenta con nada mágico.

El mago se las arregla para “darle” el don que busca a cada personaje. Pero en realidad cada uno de ellos ya lo tenía pues los desarrolló en el camino a la ciudad esmeralda.

En este momento la industria de la tecnología se encuentra buscando la solución a todos sus problemas y existe por allí un fuerte rumor de que la agilidad es la gran solución a todo. Después de 3 años colaborando en el equipo de Banana Soluciones Creativas, he peleado con este mito continuamente.

Durante estos 3 años, he vendido “Agilidad”. Así que decir que es un mito es algo que puede parecer contradictorio. Así que me permito explicarlo.

El titulo del Blog que lees es: “No, la Agilidad no es la solución.” Esta truncado a propósito. La frase completa es: “No, la Agilidad no es la solución, es el camino hacia esa solución.”

En Banana Soluciones Creativas, creemos firmemente que no hay soluciones mágicas. El hecho de asistir a un entrenamiento es sólo el primer paso del largo camino de la agilidad en el cual se aprende continuamente y, que si estamos dispuestos, nos llevará a cumplir las metas personales y del equipo en el que colaboramos. 

Así como en El Mago de Oz, lo realmente importante no es llegar a esa meta, lo importante es como ese proceso nos transforma, nos mejora, nos agiliza. Acompáñanos a crecer en el camino de la Agilidad.